La tardía bienvenida

Pues heme aquí sentado frente a esta cosa de la tecnología y la tecnocracia, en una noche no propiamente de insomnio sino más bien de poco sueño por haber dormido buena parte del día, leyendo y pensando varias cosas de este blog y otras más como la ociosidad, la cual es según dicen “la madre de todos lo vicios”, pero que como madre se debe respetar, pues bueno, es ésta respetable madre la que me lleva a escribir unas líneas para todos los aquí lectores.

Primero, y un poco tarde, sean tod@s ustedes bienvenid@s a este rinconcito del mundo virtual y material en el que se pretende tirar la pura buena onda, aunque por supuesto, no falto de temas controvertidos que pudieran devenir o aparentar ser todo lo contrario, sin embargo como aquí lo que impera es la amistá o amistad, como quieran o puedan nombrarle, cualquiera de esos temas escamosos podrán resolverse en el plano terrenal con unas buenas chelas.

Segundo, si alguno de los escritos aquí vertidos les da güeva o difieren de él, háganlo saber, no se queden sin expresarse que es justo eso lo que tanto daño le hace a la sociedad, aunque claro, en este país no sucede porque desde el sexenio pasado gozamos de una plena y exitosa “libertad de expresión”; regresando al punto, neta digan comenten y critiquen esta chingadera, que para eso está.

Y a manera de tercero pero exento de la numeración procedo a la despedida por esta ocasión, pásensela chido como, con y donde quieran, por supuesto también inviten.

Desde este lugarcito de expresión en el caótico planeta Tierra, Sistema solar #3, pásele a lo barrido joven que aquí está su rincón de la amistá.

Atte: Rubén