miércoles, 22 de noviembre de 2006

Nuevamente el mexicano haciendo de las suyas

Miércoles, 6:30 pm (aprox, ni crean que de verdad me fijé en mi reloj), me dispongo firmemente a darme un rol por peri-rata (peri coapa, tianguis mamón del sur de la cuidad de méxico).

De regreso de mi poco divertido viaje al 7 eleven, la educación, vasta en los mexicanos, me salta de forma repentina. Y es que cuando la luz del semáforo se puso en rojo, no pudo faltar el gandalla (personaje aprovechado) que a bordo de su VW beetle amarillo canario decide pasarse la luz roja por el arco del triunfo y acelera para ganar a todo aquel ingenuo que creyó que, por ser su truno de avanzar, podían acelerar de forma segura para continuar con su camino.

Era de esperarse que las bocinas sonaran al ritmo de mentadas de madre y el tipo, acompañado de su joven y siempre dispuesta a aprender hija de 4 ó 5 años de edad, se detuviera en medio de la calle para así, empeorar la situación del tráfico que a esa hora es ya de por sí un desastre y hacerla de a pedo (entiendase, buscar problemas) a todo aquel que se atreviera a echarle en cara su reprochable actitud.

Esa y muchas otras veces he alzado la vista en busqueda de un personaje siempre ausente en el momento necesario y que aparece en el peor momento.
Un "policia de transito", el cual, ni sus luces.

En ocasiones anteriores, he sido participe de platicas con estos "oficiales" encargados de salvaguardar a los mexicanos y especialmente de hacer que el reglamento de tránsito vigente en la ciudad de México, el cual pocos se han tomado la molestia de leer, se cumpla.

He tenido la suerte de escuchar respuestas como "huuy joven, imagínese si me pongo a infraccionar a todo aquel que se pasa el alto" o "pues infraccionalo tuuu", pasando por risas e incluso, la omisión de respuesta.

Es ya común que estos cabrones, huevones hijos de su pingüe, cobren mordidas porque uno se estaciona en lugares prohibidos, que te pidan papeles por nada, argumentando revisión, lo cual no está estipulado en el reglamento de tránsito a menos que haya uno cometido una infracción.

Ahora se ha puesto de moda, gracias a la contrucción de un nuevo depósito (corralón) en periférico, que todo aquel ingenuo que se haya estacionado sobre Calzada del hueso o Miramontes sea arrastrado y tenga que pagar su multa; casi $500 pesos mexicanos (aprox $50USD).

Pero eso sí, cuando uno les hace notar que algún vivaz está cometiendo una infracción o ílicito, es común que la respuesta sea nula, o no la debida.

Ya estoy hasta la madre de tener que ver, ya ni siquiera lidiar, con estos hijos de su pinche madre, huevones, que supuestamente son los encargados de poner el ejemplo y hacer cumplir las leyes en México.

Es por gente como ellos, y como el otro hijo de su talonera mamí, que iba en su VW beetle amarillo canario, que nunca dejaremos de ser país en vías de desarrollo, sino es que hasta tercermundista. Porque para muchos es más importante pasar primero, que respetar a los demás.


Desde el gran hoyo hecho "ciudad", christian mala copa, indignado.
La mala copa no es un estado, es un estilo de vida.

Una frase para recordar:
"No frenes que llegas más tarde" Carlos Pisfil, 2006.
Debo hacer notar que esta frase tuvo otro fin distinto a hacerme pasar un alto o aumentar la velocidad de algún vehiculo. Simplemente fue motivacional.

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